La editorial “Hecho en Buenos Aires” cumple nada menos que su primera década de existencia conformando una empresa social y que permite a aquellos destruidos socialmente hoy pararse ante una realidad diferente pero protagonizada por ellos mismos como sujeto y no como predicado.
En su Editorial afirma con total claridad: “Hecho en Bs. As. es una empresa social y solidaria que existe para ofrecer a personas en situación de calle y sin trabajo una oportunidad concreta y directa de obtener un ingreso digno mediante la autogestión y el desarrollo personal. Nuestra principal actividad es la edición de la revista mensual que ves mes a mes en esquinas porteñas. Hecho en Bs. As. es una publicación de interés general, actualidad, cultura, arte, enfoques sociales y medio ambiente que los vendedores compran por $2 y venden a $7. De esta forma, obtienen $5 por cada ejemplar vendido”
Pero más allá de su fundamento como empresa social que informamos bastamente en otra página, queremos manifestar en ésta que es una vuelta de hoja, una creación diferente, a la concepción de asistencia social.
Algo similar cuando allá por 1945 la primera dama ola Abanderadade los Humildes entregaba máquinas de tejer a tantísimas mujeres ávidas de hacer realidad el precepto bíblico de ganarse el pan con el sudor de la frente.
En uno como en este caso más que asistencialismo se podría mencionar protagonismo social porque la solución no llega de la caridad sino de la posibilidad que quienes necesitan auxilio puedan verse satisfechos mediante su propio esfuerzo.
Agrega la misma fuente: “Creemos que ofrecer una oportunidad de generación de ingreso digno es el primer paso para correrse de la línea de exclusión; pero no es la única necesidad que atraviesan las personas negadas de las oportunidades. Es por eso que ofrecemos a nuestros vendedores/as y sus familias servicios sociales y formativos que les permiten acceder a un circuito integral de inclusión”
La crisis provocadas por la oleada neoliberal de 1976 y su hermana gemela protagonizada por el menemismo y el Delaruísmo propuso como salida entregar ayuda social mediante planes que con el tiempo, más temprano que tarde, demostraron su ineficacia: la entrega de viandas alimentarias terminan agotándose y no ayudan a nadie.
Llegó luego y a partir del 2003 un nuevo concepto de ayuda social que son los microemprendimientos productivos entregándoles a los beneficarios la posibilidad de crear sus propias empresas familiares o sociales cuyos productos eran luego vendidos al mercado.
Por esos años también dentro de esta misma política social hubieron bancos que entregaban mini-créditos productivos a grupos vecinales u otros que eran devueltos semanalmente para posteriormente volverse a prestar.
“Los vendedores/as de HBA son para nosotros parte de la solución a un problema social y no sólo parte del problema. Acercamos oportunidades directas a personas a quienes el sistema les cerró la puerta en la cara y los confinó al asistencialismo y la desesperanza. Buscamos que nuestros vendedores puedan recuperar su autoestima, salir adelante mediante sus propios medios y lograr autonomía”, agrega la publicación Hecho en Buenos Aires.
En suma y en síntesis,la Editoriales una propuesta autogestionaria que alimenta la autoestima, el crecimiento, desarrollo y la inclusión social como protagonista de soluciones.
Es esto lo que queremos destacar porque por más beneficiosos que puedan ser paradores, viandas alimentarias, protección social, si todo esto no se renueva y queda paralizada en el tiempo, termina agotándose en sus fundamentos y lo que es peor, no sirve a nadie.