Inicio / Todas / Buenos Aires, ayer y hoy / HOMENAJE AL DR JAVIER MUÑIZ

HOMENAJE AL DR JAVIER MUÑIZ

Altos medicos con una vocacion de servicio digno de destacar ofrecieron su sapiencia y su moralidad inquebrantable y que con el juramento Hipocratico entrgaron hasta su existencia por causas nobles en la luch.a desigual contra las epidemias qe asolaron el territorio porteño y bonaserense.

El nombre del Dr Muñiz es uno de ellos y al igual que otros profeionales adoptaron su especialidad desde la optica del bien comun.

En todos y cada uno de los campos han actuado estos duendes de la vida que aparecen cuando mas se lo necesita ofreciendo camaderia, amor y compartiendo lo mejor que nos puede ofrecer.

Asi como Carlos Thays desde lo ambiental, Fermin Beterbide desde lo arquitectonico, Francisco Javier Muñiz (Monte Grande, provincia de Buenos Aires, 21 de diciembre de 1795Buenos Aires, 8 de abril de 1871) fue un médico y científico argentino, destacado por su actividad médica y por sus investigaciones epidemiológicas, zoológicas y paleontológicas. Es considerado el primer naturalista argentino” según una lectura que nos informa el portal Wkipedia en castellano.

A temprana edad, ni siquiera llegaba a la pubertad, y al producirse las invasiones inglesas, se enroló en el batallón de Andaluces como cadete (tenía sólo 12 años), combatiendo en la defensa de Buenos Aires en 1807, en la que resultó herido, algo en su que no le iba a deparar lesión alguna en su ideario de vida.

Altos medicos con una vocacion de servicio digno de destacar ofrecieron su sapiencia y su moralidad inquebrantable y que con el juramento Hipocratico entrgaron hasta su existencia por causas nobles en la luch.a desigual contra las epidemias qe asolaron el territorio porteño y bonaserense.

El nombre del Dr Muñiz es uno de ellos y al igual que otros profeionales adoptaron su especialidad desde la optica del bien comun.

En todos y cada uno de los campos han actuado estos duendes de la vida que aparecen cuando mas se los necesita ofreciendo camaderia, amor y compartiendo lo mejor que nos pueden ofrecer.

Asi como Carlos Thays desde lo ambiental, Fermin Beterbide desde lo arquitectonico, Francisco Javier Muñiz (Monte Grande, provincia de Buenos Aires, 21 de diciembre de 1795Buenos Aires, 8 de abril de 1871) fue un médico y científico argentino, destacado por su actividad médica y por sus investigaciones epidemiológicas, zoológicas y paleontológicas. Es considerado el primer naturalista argentino” según una lectura que nos informa el portal Wkipedia en castellano.

A temprana edad, ni siquiera llegaba a la pubertad, y al producirse las invasiones inglesas, se enroló en el batallón de Andaluces como cadete (tenía sólo 12 años), combatiendo en la defensa de Buenos Aires en 1807, en la que resultó herido, algo en su que no le iba a deparar lesión alguna en su ideario de vida.

Ellos son asi y como si no alcanzara, son también un misterio. ¡Hasta podriase decir: SON LA VIDA MISMA!

Transitan por la esencia de la existencia misma volcándose al bienestar general y no molestando como lo hacen los desprevenidos y los cultores de un mañana que ni siquiera saben dónde esta enmarcados en luchas fraticidas.

“En 1828 regresó a Luján y fue el Administrador de la vacuna antivariólica en el partido de Luján. La aplicó a gran número de los pobladores de su jurisdicción, y salvó la vida de centenares de personas. En ese entonces, la vacuna se transmitía de brazo en brazo.

Durante el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas fue nombrado médico de Policía, para vigilar la sanidad de la población y de sus animales – no existían los veterinarios – y controlar el ejercicio de la medicina y sancionar el curanderismo. En 1836 combatió una epidemia de escarlatina. Sobre la base de esa experiencia, en 1844 publicó en el periódico La Gaceta de Buenos Aires su «Descripción y curación de la fiebre escarlatina»; fue editado más tarde en un folleto de ochenta páginas. También produjo trabajos sobre vacunas, sobre cirugía y medicina legal”, leemos en el portal citado.

Como es el caso del emerito Dr. Guillermo Rawson quien con la  fuerza de un titan alertara sobre las condiciones de insalubridad y falta de prevención e higiene en los conventillos logrando que los propietarios de estos aposentos de la sinrazón no solo se preocupara por aumentar las piezas a costa de los necesitados de cuidados, cosa que trajo mas de un dolor de cabezas para la incipiente poblacion de aquellos ayeres.

“En 1844, la ciudad de Buenos Aires quedó desprovista de la vacuna antivariólica, debido al bloqueo anglofrancés. El gobernador Rosas pidió alguna solución a Muñiz. Éste se trasladó a Buenos Aires con una hija de pocos meses recién vacunada, con cuya linfa pudieron ser inoculadas varias personas, con lo que se pudo restablecer el circuito de vacunaciones en la ciudad”

En estos tiempos concurrimos a los h.ospitales públicos y nos encontramos con nombres a los que se debería conocer por lo que significaron para aquellos momentos en que todo estaba por hacer.

Seguiremos mencionando a estos verdaderos ejemplos, los duendes de la vida.

Por ahora vamos a hacer un alto en cuanto a los homenajes que queremos realizar.

En estos momentos con emoción queremos sobresaltar a este noble galeno para que cuando transitemos por el nosocomio tengamos conciencia de todo lo que signific{o en cuanto a entrega y trabajo, tanto ayer como hoy.

Seguiremos con el tema que no tiene desperdicio sin duda…

Publicado 23.12.2018

Mira también

Un nuevo mirador en el Obelisco: un ícono porteño en ascenso

El Obelisco, un emblema de Buenos Aires, se prepara para ofrecer una experiencia más accesible …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *