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LA CHACARITA DE LOS COLEGIALES AÑOS 70 Parte II

Por lo general cuando se expresa el vocablo “historia” se piensa que corresponde a hechos ocurridos hace no menos de cincuenta o cien años; que son aconteceres de varias generaciones anteriores y, sin embargo, sostenemos que hay una historia reciente que es la de los vecinos, la nuestra y la suya, de no hace tantas décadas atrás.

Una historia que si así se lo interpreta nació y creció, se fue desarrollando, fue influenciada por los mismos condicionamientos que condicionó a la ciudad o al país en su conjunto.

Es Buenos Aires la caja de resonancia de tantos pareceres, realidades mundanas y situaciones varias al extremo que resulta tal vez inimaginable que en las adyacencias de Jorge Newbery y Crámer hacia Niceto Vega hasta no hace tantas décadas atrás existía un conglomerado de viviendas precarias en donde vivían otros vecinos dedicados al trabajo, al esfuerzo y a la labor cotidiana en muchos casos atendiendo solicitudes de otros vecinos para refaccionar viviendas, reparar desperfectos y demás.

No hace mucho tiempo que esto fue así. Han pasado menos de cuatro décadas hasta que un día las topadoras erradicaron aquello que se dio en conocer como la villa de Colegiales integrada por personas de piel curtida por los rayos del sol, de brazos musculosos de tanto cargar distintos enseres y que con sus herramientas de electricista, plomero o albañil eran solicitados por otros vecinos. O bien, trabajaban de changarines en las pesadas tareas del ex Mercado Dorrego. Muchas de estas familias concurrían al club Fénix, una Institución con una rica historia y que fuera creada además por los vecinos de distintas actividades por algunos puesteros del mercado.

Obviamente el actual puente Dr. Pedro Bustos ni siquiera estaba en proyecto por aquellos años como tampoco los complejos habitacionales de los sindicatos en la calle Cramer desde Jorge Newbery hasta Dorrego.

Aquello, nuestra Chacarita de los Colegiales de los años setenta era territorio de una incipiente industrialización que fue masacrada por el gobierno en los noventa en consonancia con las medidas económicas producidas por el gobierno de facto en 1976.

La historia de los barrios no es la historia de sectores aislados sino la de un tejido urbano que no se agota en pocas cuadras a la redonda. La historia dela Chacarita de los Colegiales tiene que ver también con esa industrialización incipiente que fue erradicada del mapa tanto como las viviendas precarias a las que hicimos alusión en renglones precedentes.

Tiene que ver su historia con barrios vecinos como La Paternal y Villa Ortúzar, con las industrias en éstos.

Hubo fábricas famosas e importantes, algunas han quedado como Anilinas Colibrí pero otras, tristemente, hoy se han vuelto recuerdo.

Industrias otras de gran importancia que han permitido la sustitución de importaciones que hicieron crecer la economía argentina, la existencia de mano de obra calificada y relativamente barata,  seguramente tentó  a un grupo empresario multinacional norteamericano, United Merchants & Manufacturers,  para elegir el país como sede de su primera planta textil en  Sudamérica.

Leemos en el portal www.barriada.com.ar  la historia de Sudamtex  dedicada a la historia textil, portal que su vez cita a www.sundamtex.com y al portal www.mivillaortuzar.com.ar  que nos ilustra sabiamente sobre esta importante empresa:

“Obtenida la autorización para la radicación de la planta, por el término de 50 años, se escoge como lugar para erigir la misma, en el barrio porteño de Villa Ortúzar, una manzana de aproximadamente 14000 metros cuadrados, comprendida por las calles Girardot, Estomba, Montenegro y Tronador. Fue adquirida el 9 de noviembre de 1934,en la suma de $230.000 pagados al contado, a la señora Cesira Pelleschi de Jacobacci. La  zona , conocida como “la quinta de Conti”, tenía sus calles sin pavimentar, excepto Girardot, y se podía hallar en ella  alguna cancha de fútbol, como la que utilizó el club Gutenberg hasta 1935. La edificación era más bien escasa y de sencillas características”, agregando luego:

“En enero de 1935, con planos del arq. Lyman O. Dudley, comenzó  la edificación la empresa alemana Wayss & Freitas, inaugurándose  la Planta Girardot en setiembre de 1935, con un plantel de 433 personas. En sus inicios se produjeron solamente telas simples de algodón y recién en febrero de 1936 tejidos blanqueados y estampados. La planta, en esta etapa, ocupaba el frente de las calles Estomba y Girardot  y sólo parcialmente las calles Tronador y Montenegro”

La Chacaritade los Colegiales y adyacencias eran tierras que iban en sintonía con un país en camino de un crecimiento sostenido hasta que llegó la noche bajo el concepto que daba lo mismo fabricar caramelos que la industria pesada.

Ferrocarriles que iban y venían hacia las distintas terminales porteñas, viñedos que enviaban lo producido para embotellar en nuestro barrio de La Paternal. Fábricas textiles como Sudamtex en Villa Ortúzar o la misma Algodonera en la Avda Córdobay Concepción Arenal, en Chacarita.

Aquella Chacarita de los Colegiales y adyacencias de los años setenta fue muy distinta y tal vez como producto de la cleptocracia menemista que destruyó lo que encontraba a su paso, remató los activos públicos e hizo retrasar a los barrios, a la ciudad y al país a tiempos pre-históricos.

Esta es la historia de muchos barrios porteños de los años setenta, una época distinta, con sus saldos positivos y hasta negativos, pero, en síntesis, con una mentalidad distinta a ese perverso concepto de “Achicar al Estado para agrandarla Nación”

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