Aquel gesto, en este nuevo aniversario, recobra una actualidad particular.
Simboliza la necesidad de la argentinidad de continuar en la misma senda: para algunos será el «tercer movimiento histórico»; para nosotros, el aún irredento Movimiento Nacional cuyos líderes fueron San Martín, Rosas, Irigoyen y Peron.
Conocedor y sabedor Don Raúl de las presiones de la política cotidiana, seguramente con aquel gesto quiso simbolizar la larga lucha de quienes quieren un país para todos y no gobernar para sus amigos.
Seguramente, con aquel gesto simbolizaba la diferencia de lo popular con las nociones liberales con quienes jamás haría «Alianza» y mucho menos con los oligarcas a quienes enfrentó de mil maneras distintas.
No nos cabe duda de todo lo expresado en estas líneas. No nos cabe duda alguna que Don Raúl soñó con la democracia que sirve para comer, para curarse y para educarse. Si no pudo lograrlo no fue por él ni por falta de voluntad, sino por quienes cambiarán de collar u ofrecerse al gringo que los compra tuvieron más fuerzas que él para impedirlo.
En este 24 de marzo, en este nuevo aniversario, queremos rescatar a aquel hombre sabedor, al Padre de la democracia moderna, cuyas banderas fueron la libertad tan sagrada como la Patria Libre, Justa y Soberana, todas banderas que aún irredentas llevan consigo los ideales del guardapolvito banco en las escuelas o el lavarse las patas en la plaza histórica, hechos uno u otro a los que su corazón de paisano añoró.
¡Gracias Don Raúl! Ud. también fue Pueblo por adopción y sentimiento. Nuestro recuerdo eterno…
publicado 24.03.2018