Ya es una triste realidad, pero los accidentes cerebrovasculares (ACV) están afectando cada vez más a personas jóvenes, según estudios científicos internacionales recientes difundidos en ocasión del día internacional de esta enfermedad que se conmemora hoy.
Una nueva investigación elaborada porla Facultadde Medicina dela Universidadde Cincinnati entre 1993 y 2005, concluyó que los ACV ocurren a edades cada vez más jóvenes, ya que aumentan la proporción de individuos con esta enfermedad entre 20 y 54 años.
Desde hace varios años se sabe que el ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo. En Argentina se produce uno cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de un ACV, según indicó el Ministerio de Salud dela Nación.
Pero si alguien se asusta del panorama actual, debería echarse un vistazo a lo que nos espera en el futuro. Según los especialistas internacionales, las actuales cifras de enfermos por ACV se triplicaran hacia fines del 2020 como consecuencia de un aumento en la expectativa de vida y la falta de planes de prevención.
Según los especialistas, el ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza y cualquiera de las dos situaciones pueden provocar que las neuronas se debiliten o mueran ya que, sin oxígeno, las células nerviosas no pueden funcionar.
Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas dejan de funcionar y los efectos de un ACV suelen ser permanentes. Eso es debido a que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar. Por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica, se pueden reducir las posibilidades de muerte y discapacidad.
El ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo. En Argentina se produce uno cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de un ACVEl ACV tiene tratamiento y en la mayoría de los casos los pacientes mejoran, pero la recuperación comienza una vez finalizado el ataque y cuando el paciente está médicamente estable. La mayoría de los infartos cerebrales son silentes [no son detectables por síntomas], y tienen múltiples consecuencias [comas, estados vegetativos, demencia, depresión o muerte], indica el estudio publicado en la prestigiosa revista Neurology.
“Las razones de esta tendencia podría ser un aumento de los factores de riesgo, como la diabetes, la obesidad y el colesterol alto”, precisó el autor del estudio, Brett Kissela, dela Universidadde Cincinnati y miembro dela Academiade Neurología de EE.UU.
Y agregó: “La tendencia al alza observada en nuestro estudio es de gran preocupación para la salud pública, debido a que los accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes se traducen en un aumento del número de pacientes afectados por una discapacidad de por vida”. Esa discapacidad por ejemplo está dada en que el aproximadamente 25% de la población que sobrevive a uno de estos episodios de ACV padece del Síndrome de Espasticidad, que es la pérdida de fuerza total o parcial (en un lado del cuerpo), falta de coordinación motora y trastornos del habla, deglutorios, visuales y/o en la memoria.
Para el trabajo elaborado en EE.UU., los investigadores analizaron casos de stroke en personas entre los 20 y 54 años en el área metropolitana de Cincinnati durante tres periodos separados de un año de duración, entre julio de 1993 y junio de 1994, y entre 1999 y 2005.
Según el estudio, la edad promedio en la que las personas sufrieron un ataque cerebral se redujo de 71 años, en 1993 y1994, a69 años en 2005. Además, los investigadores observaron que los accidentes cerebrovasculares en personas menores de 55 años pasarondel 13% en 1993 al 19% en 2005.
La buena noticia es que algunos de los posibles factores que contribuyen a estos eventos “se pueden modificar con cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio”, señaló Kissela.
Prevención y cuidado
El control de factores de riesgo como la hipertensión arterial y la adopción de hábitos saludables por parte de la población son fundamentales para prevenir un ACV, que causa 14.000 muertes al año y es la primera causa de discapacidad permanente en adultos en Argentina.
Sebastián Laspiur, director de Promoción dela Saludy Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, reiteró que “el principal factor de riesgo para el ACV es la hipertensión arterial, ya que ocho de cada diez personas que lo sufren son hipertensos”, y añadió que “otros factores que influyen son el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol, drogas y tabaco, al punto de que los fumadores aumentan cuatro veces el riesgo de tener un ACV”.
Si se tiene en cuenta que el consumo de sodio eleva la tensión arterial, la reducción en la ingesta diaria de sal es una sencilla forma de prevenir esta enfermedad.La Organización Mundialdela Salud(OMS) recomienda no consumir más de5 gramosdiarios y enla Argentina, los datos oficiales indican, que se llega casi a12 gramosdiarios por habitante, por lo que es primordial disminuir el consumo de sal agregada en las comidas y cobra suma importancia el compromiso de la industria de alimentos para reducir el sodio en los productos procesados.
Más datos, mejor salud
“La OMSy las Naciones Unidas han declarado que es fundamental que los países de todo el mundo mejoren sus sistemas de recopilación de datos salud y así poder medir el impacto de las políticas de salud pública y la utilización de recursos a nivel poblacional. En los países de bajos y medianos ingresos, donde ocurren el 80% de las muertes por ACVs y enfermedad coronaria, es necesario desarrollar estrategias de mejora a través de iniciativas coordinadas de investigación en un marco de vigilancia mundial”, indicó aLA NACIONel doctor Luciano Sposato, director del Departamento de Neurología de Adultos del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y del Centro de Stroke del Instituto de Neurociencias dela Fundación Favaloro.
Como parte de la iniciativa en la optimización de los sistemas de recopilación de datos y de la medición del impacto de las políticas de salud pública, Sposato explicó el nacimiento enla Argentina PREVISTA, el Programa parala Evaluación Epidemiológicadel Stroke en Tandil, que busca aportar un volumen de datos de alta calidad sobre el ACV.
“Con esta información, las políticas de prevención y las estrategias para mejorar la calidad del atención del ACV serán mucho más efectivas que hasta ahora. Además, el abordaje innovador de generar una plataforma de investigación epidemiológica para el ACV podría constituir un modelo a ser replicado en otros países de América Latina, mejorando el panorama general de la región”, afirmó Sposato.
Extraido de www.lanacion.com (Domingo 28 octubre 2012)