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El compromiso inquebrantable del Nunca Más

Los organismos de derechos humanos, unificados en su reclamo, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y diversas organizaciones se reunieron en el Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Voces como las de Liliana Daunes, Nora Anchart y Adolfo Pérez Esquivel resonaron en la Plaza, junto con el reclamo de justicia por Pablo Grillo, el fotógrafo herido en la marcha del 12 de marzo mientras documentaba la protesta en defensa de los jubilados.

Hoy decímos Presente, más que nunca; la memoria colectiva ilumina la resistencia contra el olvido. 

Hoy recordamos la oscura época de la dictadura cívico-militar (1976-1983) y reafirmamos nuestro compromiso con un futuro en el que “Nunca Más” deje de ser una exigencia de justicia y dignidad para convertirse en una realidad incuestionable

El 24 de marzo marca un antes y un después en la historia reciente de nuestro país. Según informes oficiales y testimonios judiciales, se estima que el número de desaparecidos alcanzó los 30.000, una cifra que representa la magnitud del dolor y la pérdida sufrida por miles de familias. Organismos de derechos humanos, entre ellos la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), recopilaron evidencia documental que respalda estos hechos, permitiendo que la verdad emergiera a través de procesos judiciales y sociales que siguen siendo fundamentales para la memoria colectiva.

La memoria en la construcción de la identidad social

El 24 de marzo marca un antes y un después en la historia reciente de nuestro país. Según los informes oficiales y testimonios judiciales, se estima que el número de desaparecidos alcanzó los 30.000, cifra que, representa la magnitud del dolor y la pérdida sufrida por miles de familias. Organismos de derechos humanos, entre ellos la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), recopilaron evidencia documental que respalda estos hechos, permitiendo que la verdad emergiera a través de procesos judiciales y sociales que siguen siendo fundamentales para la memoria colectiva.

La memoria en la construcción de la identidad social

La memoria colectiva se erige como herramienta indispensable para la resistencia ante el olvido impuesto por la censura y la manipulación histórica. Recordar no es solamente rememorar un pasado doloroso, sino también reafirmar la identidad social y los valores democráticos que fueron arrebatados durante aquellos años. Cada testimonio, cada informe y cada documento judicial constituyen los pilares que sustentan la verdad sobre un periodo en que el Estado, en complicidad con sectores militares, se sometió a una lógica represiva. La recuperación de esos relatos se convierte en un acto de resistencia, una manera de denunciar la impunidad y de reclamar justicia para quienes ya no pueden hablar por sí mismos.

Desafíos hoy

El legado de la dictadura y el peso de la memoria histórica adquieren una relevancia permanente ante los desafíos actuales. La defensa de la democracia exige una vigilia constante contra aquellos intentos de minimizar o reinterpretar los hechos documentados. La polarización y los discursos simplificados pueden diluir la complejidad de nuestra historia, es fundamental mantener un enfoque riguroso basado en datos verificables y en la documentación judicial. Este compromiso con la verdad se traduce en la exigencia de políticas públicas que garanticen la transparencia y la reparación, a la vez que se fomenta la educación en derechos humanos y en la importancia del compromiso ciudadano.

La memoria colectiva se erige como una herramienta indispensable en la resistencia contra el olvido impuesto por la censura y la manipulación histórica. Recordar no es solo rememorar un pasado doloroso, sino también reafirmar la identidad social y los valores democráticos que fueron arrebatados durante aquellos años.

Cada testimonio, cada informe y cada documento judicial constituyen los pilares que sustentan la verdad sobre un período en el que el Estado, en complicidad con sectores militares y civiles, se sometió a una lógica represiva. La recuperación de esos relatos se convierte en un acto de resistencia, una manera de denunciar la impunidad y de reclamar justicia para quienes ya no pueden hablar por sí mismos.

El rol de las instituciones y la sociedad civil

Instituciones nacionales y organismos internacionales han desempeñado un rol esencial en el rescate y la preservación de la memoria. Los informes de la CONADEP, elaborados a partir de investigaciones rigurosas y testimonios directos, constituyen un referente en el análisis de la dictadura. Asimismo, la labor de organizaciones de derechos humanos ha sido vital para mantener viva la denuncia y para impulsar reformas que prevengan la repetición de hechos similares. La sociedad civil, al interior y fuera de las aulas, se erige en un actor protagonista de la defensa de la memoria, recordándonos que el conocimiento del pasado es la base para la construcción de un futuro democrático.

Compromiso colectivo hoy y siempre

Este 24 de marzo, una vez más reafirmamos el papel fundamental de la memoria en la lucha contra el autoritarismo y la impunidad. Cada cifra, cada testimonio y cada documento representan la resistencia de quienes, en medio del terror y la represión, se negaron a dejarse callar.

La memoria colectiva se transforma así en una herramienta de empoderamiento y en un recordatorio constante de la necesidad de vigilar los principios democráticos. Solo a través del reconocimiento y la asunción de la verdad podremos garantizar que las heridas del pasado no se reabran y que la justicia prevalezca en el presente.

Nunca Más es el compromiso ineludible de cada ciudadano y de las instituciones para asegurarse de que la verdad y la justicia sean la luz que guíe nuestro camino hacia un futuro libre de represión y olvido.

El legado de la dictadura y el peso de la memoria histórica adquieren una relevancia permanente ante los desafíos actuales. La defensa de la democracia exige una vigilia constante contra los intentos de minimizar o reinterpretar los hechos documentados.

Este compromiso con la verdad se traduce en la exigencia de políticas públicas que garanticen la transparencia y la reparación, a la vez que fomenten la educación en derechos humanos y la importancia del compromiso ciudadano.

Cuando se menciona que quieren la historia completa, si así es, tenemos el derecho a saber dónde están cada uno de los desaparecidos, que entreguen sus cuerpos, que digan donde los tiraron. Esa es la gran diferencia la desaparición y tortura sistémica para silenciar y su plan de matar dos generaciones. Y borrar el registro de los crímenes de lesa humanidad, la historia completa y el registro completo de la parte oscura de nuestra sociedad.  

Multitudinaria las personas en las calles, arterias, la Av. 9 de Julio y la Avenida y Plaza de Mayo, vecinos, familias, muchísimas personas auto convocadas, extranjeros, agrupaciones, en pleno respeto, sin disturbios el pueblo se expresó exigiendo la verdad de donde están cada uno de los desaparecidos.

El rol de las instituciones y la sociedad civil

Instituciones nacionales y organismos internacionales han desempeñado un papel esencial en el rescate y la preservación de la memoria. Los informes de la CONADEP, elaborados a partir de investigaciones rigurosas y testimonios directos, constituyen un referente en el análisis de la dictadura. Asimismo, la labor de organizaciones de derechos humanos ha sido vital para mantener viva la denuncia y para impulsar reformas que prevengan la repetición de hechos similares.

La sociedad civil, tanto dentro como fuera de las aulas, se erige en un actor protagonista de la defensa de la memoria, recordándonos que el conocimiento del pasado es la base para la construcción de un futuro democrático.

Compromiso colectivo, hoy y siempre

Este 24 de marzo, una vez más, reafirmamos el papel fundamental de la memoria en la lucha contra el autoritarismo y la impunidad. Cada cifra, cada testimonio y cada documento representan la resistencia de quienes, en medio del terror y la represión, se negaron a ser silenciados.

La memoria colectiva se transforma así en una herramienta de empoderamiento y en un recordatorio constante de la necesidad de vigilar los principios democráticos. Solo a través del reconocimiento y la asunción de la verdad podremos garantizar que las heridas del pasado no se reabran y que la justicia prevalezca en el presente.

Verdad y justicia: el reclamo que persiste

Cuando se habla de conocer «la historia completa», debemos exigirla en su totalidad: tenemos el derecho a saber dónde están cada uno de los desaparecidos, que entreguen sus cuerpos, que revelen dónde los arrojaron. Esa es la gran diferencia entre una desaparición forzada y un asesinato con registro.

Se implementó un plan sistemático de secuestro, tortura y exterminio con el objetivo de silenciar, de eliminar dos generaciones y de borrar cualquier rastro de sus crímenes de lesa humanidad.

La historia completa no es solo un relato: es el derecho inalienable a conocer la verdad y a reconstruir el registro de la parte más oscura de nuestra sociedad.

Un pueblo en las calles, una voz unificada

La jornada del 24 de marzo volvió a demostrar la fuerza del pueblo. Multitudes llenaron las calles y avenidas, con la 9 de Julio y la Plaza de Mayo como epicentros de la memoria y el reclamo. Personas autoconvocadas, y agrupaciones marcharon en un marco de absoluto respeto, sin disturbios, expresando una demanda clara y unánime: la verdad sobre el destino de cada uno de los desaparecidos.

Y NUNCA MÁS ES NUNCA MÁS. Jamás se perdonará la burla de quienes, en los Juicios a las Juntas, se limitaron a responder que los desaparecidos eran «NN», despreciando la memoria de un pueblo entero. La complicidad no se acepta ni se perdona.

Un día colmado de significado

Los organismos de derechos humanos, unificados en su reclamo, en el Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Voces como las de Liliana Daunes, Nora Anchart y Adolfo Pérez Esquivel resonaron en la Plaza, junto con el reclamo de justicia por Pablo Grillo, el fotógrafo herido en la marcha del 12 de marzo mientras documentaba la protesta en defensa de los jubilados.

Nunca Más es Nunca Más.

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