El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, establecido por la ONU en 1966 para recordar la Masacre de Sharpeville (Sudáfrica, 1960), donde 69 personas fueron asesinadas durante una protesta pacífica contra las leyes del apartheid. La fecha busca visibilizar la lucha contra toda forma de racismo y discriminación, promoviendo políticas inclusivas.
Argentina y el marco legal antidiscriminatorio
En el país, la Ley Antidiscriminación N° 23.592 (1988) penaliza actos que nieguen derechos basados en raza, religión, nacionalidad, ideología, sexo, género, orientación sexual, edad o discapacidad. Además, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), creado en 1995, es el organismo encargado de recibir denuncias, promover campañas y elaborar estadísticas sobre discriminación en Argentina.
Según datos del INADI, las principales causas de denuncia en el país están relacionadas con discapacidad, género y aspecto físico, concentrándose los casos principalmente en los ámbitos laborales y educativos.
Desafíos persistentes
A pesar del marco normativo, la discriminación hacia comunidades indígenas, migrantes y otros sectores vulnerables sigue siendo una problemática estructural. La Ley Micaela (N° 27.499), que establece la formación obligatoria en género y diversidad para agentes estatales, representa un avance en la educación sobre derechos humanos, aunque su aplicación sigue siendo desigual en distintas provincias y organismos.
Compromiso individual y transformación colectiva
La lucha contra la discriminación no se agota en leyes y políticas públicas, sino que también requiere de acciones cotidianas que cuestionen prejuicios y promuevan la inclusión. En Argentina, iniciativas como redes barriales, proyectos educativos interculturales y campañas lideradas por organizaciones como 100% Diversidad y Derechos o Fundación Encontrarse en la Diversidad demuestran que el compromiso individual —desde denunciar comentarios discriminatorios hasta fomentar espacios diversos— puede generar cambios estructurales en la sociedad.
Estos esfuerzos sostenidos en el tiempo modifican patrones culturales y refuerzan la cohesión social, reflejándose en el aumento de denuncias ante el INADI, lo que indica mayor conciencia y una sociedad que avanza hacia la eliminación de la discriminación y la exclusión.La construcción de una sociedad equitativa se nutre, así, de la suma de decisiones personales que normalizan el respeto y deslegitiman la exclusión
Fuentes: ONU, INADI, Ley 23.592, Ley 27.499.